"¿Jugamos a que solo cuente lo bonito? Ya sabes, eso de dejarse llevar. Con vendas y muchas manos; el sexo. Pero no el de siempre. Bailar y joder, que te mire todo el mundo cómo lo haces y que alguien te sostenga y te dedique sus pupilas y el baño. O algo así. Volverse loco o sólo volverse. Que sí, que te digan que qué guapa y que qué borracha, que qué te quito y que qué te meto. ¿Nos metemos? En el coche, claro. Y con suerte conducimos, que el sexo me gusta inseguro. Pero eso no mata y no se me ocurriría hacerme más fuerte. Para qué."

No quise quererle, y sin querer... Me ganó.

Que puede ser, que a veces lo fácil se vuelva difícil. Darte cuenta de que cometes fallos, pero que no es tu intención cometerlos. Es más, pedirías ser perfecta. No tener defectos, tener sólo cosas buenas y carecer de las malas. Pero, tal vez, 'las cosas a veces no salen como uno quiere.' Y si uno cae, tiene la obligación de levantarse. Aunque el golpe sea doloroso. La vida me ha enseñado a tener la fuerza necesaria como para sonreír ante los problemas. Llorar no es malo. Lo que de verdad es un grave error, es el perder la costumbre de sonreír. De sonreírle a la vida, de sonreírle al amor. Aunque ya sé que, de vez en cuando, nuestro celebro asume la parte negativa de las cosas, y nos hace ser así. Pero qué le vamos a hacer. La vida no viene con instrucciones. Y si viniera, intentaría vivirla a mi manera. 

Uno

No sé qué me ha dado. Creo que tiene poderes, o algo por el estilo. Sí. No estoy loca. Me jugaría mi vida, por afirmar que él tiene magia sobre mí. ¿Por qué? Porque consigue hacerme sonreír con la más mínima tontería. Es increíble. Es más dulce que el chocolate. ¡Que el chocolate! Y mira que es mi adicción... Ese sabor. A veces fuerte. Pero tiene su sabor particular. Igual que el suyo. Él tiene un sabor indescriptible. Mágico. Sabroso. Así es él. Intenso como él solo, sensible cuando algo le hace daño. Mi héroe. El héroe de mis pesadillas, el culpable de mi locura. Mi perfecta locura. A veces, la vida te regala oportunidades. Oportunidades que no debes dejar pasar. Arriesgar, qué palabra más difícil. ¿Mi opinión? El mayor riesgo es no arriesgar. Yo arriesgué jugármela, dar ese poder a otra persona para hacer conmigo lo que quiera. Y qué curioso, ¿eh? Que aparece él, y consigue hacerme feliz. Sí, feliz. Con sus maravillosas cinco palabras. Y en mayúsculas, subrayado con fofi rosa.

Tengo comprobado que cada día en el que no haya mostrado mi sonrisa al mundo, él viene y me la saca en menos de un segundo. No sé si llamarlo don, o simplemente llamarlo enamoramiento. Porque sí, porque creo que suena un poquito a ''atadura'' decir que quiero pasar el resto de los días contigo, pero ahora me da igual a lo que suene. Sí, me da igual, porque cuando estoy contigo me dan igual ellos, vosotros o la vecina de al lado. Haces que todo el mundo me de igual, excepto nosotros y los nuestros, y eso pocas personas con pareja lo consiguen hacer. Que si se acabara el mundo y estuvieras a mi lado, a mí me daría igual, me daría lo mismo. Y puedo asegurarte, en cada minuto en el que piso este planeta, que a nadie, pero absolutamente a nadie, le he querido tanto como a ti. ¿Y sabes qué? También creo que si mirásemos siempre al cielo, terminaríamos por tener alas. Y ya me dirás tú quien camina, cuando se puede volar.

scusa ma ti chiamo amore

"Una noche de amor, es un libro menos leído", de Honoré De Balzac. Pero a veces esta noche puede cambiarte la vida. Cuando el amor ya no es un drama, sino magia, que de repente convierte a la vida en la cosa más simple y bella del mundo, y todo encaja a la perfección. Y tu realidad es exactamente como la habías imaginado. Entonces, las ideas que te faltaban, aparecen.

Aunque sea algo absurdo, vas llenando de soles mis penas y me has pintado el corazón de otro color. Un color rojo auténtico. Aunque sea algo absurdo, ya me he acostumbrado a tu olor, a tus caricias y al paso de tu mano por mi piel. Aunque sea algo absurdo, no se me borra la sonrisa de la boca, ni la cara de tonta cada vez que te veo o pienso en tí. Y sin darnos cuenta, vamos mordiendo pedazos de nuestros sueños. Aunque sea algo absurdo, ya no me imagino un día sin hablar contigo, sin tenerte a mi lado. Aunque sea algo absurdo, déjame que me quede cada segundo mirándote, buscándote. Porque a tu lado todo es fácil, tan fácil...

Cosas de amor.

Nos pasamos la vida buscando a ese alguien, a esa persona a la que querer con locura, sin nisiquiera saber el significado de la palabra querer. ¿Sabes? Yo he tenido la suerte de saber lo que es amar a alguien. Ese alguien que cuando te ve, automáticamente le sale una sonrisa de oreja a oreja, cuando al escuchar tu nombre, piensa en tí directamente y se alegra de que formes parte de su vida, cuando una persona te llama porque le ha pasado una tontería que para él es enorme y sabe que tú te alegrarás por ello. Cuando te has reído de más de diez mil cosas junto a él, cuando tienes tantos momentos para elegir a su lado, que realmente no te puedes decidir por ninguno. Cuando al escuchar su canción preferida te recuerda a él y sólo a él, y sabes que si suena tu canción favorita, pensará en tí sin dudarlo, incluso sin darse cuenta. Cuando conoces al chico de tu vida, y sí, necesitas contárselo urgentemente, que es él, el chico de tu vida. Cuando un día sin veros es mucho tiempo, cuando te sabes su número de móvil, de fijo, el nombre de sus padres y de sus mascotas, su nombre entero, con apellidos incluídos. Cuando sabes que el chocolate le gusta, pero no tanto como a tí, pero que sin embargo... Con un colacao es feliz, cuando te mira y te dice: te amo pequeña, y tú le puedes contestar que tú más, al 100% segura, y él sigue con que no, que él más. Cuando reconoce sin duda alguna tu voz, cuando pase lo que pase, sabes que te apoyará, cuando es capaz de aguantar tus malos días y aún así decirte que eres perfecta. Cuando conoces a toda su familia, y ella a tí, y sabes que si no lo encuentran te llamarán, y sentirte como en casa. Cuando conoces su perfume favorito, cuando hasta en tus sueños lo ves, no quieres separarte jamás de esa persona, cuando simplemente no puedes vivir un día de tu vida sin pensar en esa persona porque algo siempre te recuerda a ella. Esa es una buena razón para poder decir que quieres a dicha persona. Y yo lo quiero a él. (Jamás lo había tenido tan claro)